El aceite de teca es una grasa natural que se extrae del propio árbol. En el mercado también se pueden encontrar productos que se comercializan como "aceite para teca" y que provienen de mezclas de distintos aceites, por lo que si bien son más baratos, su eficacia no es la misma. Estos protectores, además de fortalecer la madera y devolverle su color original, contrarrestan el efecto de los rayos ultravioleta y la acción de hongos e insectos.
Los aceites se aplican una o dos veces al año. Primero, se extiende sobre la superficie una capa generosa de aceite con un paño suave. Se elimina el exceso del mismo con un trapo limpio. Tras dejar secar entre cinco y siete horas, se aplica una segunda mano que se deja secar durante quince horas más. Luego se abrillanta con un trapo seco.
El aceite de teca es ideal para el mantenimiento de los muebles de madera al aire libre y para cubiertas, gracias a su sellado duro, que protege la madera del agua, el viento y el sol. Cuando el aceite de teca se seca, deja una capa dura que puede formar escamas y se desgasta con el tiempo.
Cómo aplicar el aceite sobre la madera
Preparar bien la superficie y, con una almohadilla de tela o una brocha, aplicar una generosa capa de aceite de teca. Dejar que penetre durante unos minutos y limpiar la superficie con un lienzo limpio para absorber el exceso de aceite. A las 6 horas dar una segunda mano y dejar secar toda la noche. Al día siguiente, aplicar otra capa y sacar brillo con una bayeta.
Después de aplicada una primera y generosa capa y eliminado el exceso como ya se ha indicado, dar varias manos más delgadas para dejar secar el aceite entre capa y capa. Si se adhieren partículas de polvo a la superficie durante las 24 horas de secado, lijar con papel abrasivo muy fino y en la dirección de la fibra. El tratamiento de la madera tanto con aceites como con ceras aporta un acabado más natural y aterciopelado que no tiene que envidiar a los barnices sintéticos del mercado.
