Decorar la terraza o jardín
El
mobiliario de exterior es quizá uno de los sectores de la decoración que más ha evolucionado. Durante años, los
muebles del jardín
conllevaban una guerra constante de meter y sacar, de recoger para
proteger de la lluvia, del aire, de los rayos ultravioletas, de volver a
sacar y a recolocar cuando el clima lo permitía… Pero hoy en día las
nuevas tecnologías han evolucionado para crear líneas con las que la
única preocupación que tendremos será la de disfrutar de ellos.
Los materiales han revolucionado el sector para conseguir grandes
piezas que apenas pesan, y que podemos mover sin esfuerzo. El aluminio o
las
fibras sintéticas son las últimas incorporaciones al mundo del
mobiliario exterior. Nos aportan soluciones altamente estéticas, y además son materiales resistentes a todo.
El diseño ha conseguido que el mobiliario apilado también se
convierta en algo atractivo, y no en una antiestética montaña de
trastos.
Las líneas de mobiliario varían mucho en función del uso que les vayamos a dar, y el uso varía en función de los metros de
terraza o jardín
disponibles. Quizá uno de los mayores placeres, sea el de poder
celebrar agradables veladas en compañía de nuestros amigos, disfrutando
de la exquisitas temperaturas de las noches veraniegas.
En estos casos, el mobiliario necesario será el propio de un
almuerzo, mesas y sillas, pero además tendremos que colocar algún
elemento que nos proteja del sol para cuando las celebraciones tengan
lugar de día, y que servirá para hacer mucho más acogedora una cena en
buena compañía.
Si el espacio a decorar es el recinto de la piscina, el mobiliario estará enfocado a disfrutar de baños de agua y sol.
Sillas, sofás o tumbonas resistentes al agua
y también a los rayos del sol. Piezas cómodas, porque sobre ellas
descansaremos nuestro cuerpo, y estéticas, porque cuado la climatología
no nos lo permita, la visión del paisaje desde el interior de nuestra
casa, también relajará nuestra vista.
Desafortunadamente no todos podemos disfrutar de exteriores tan
amplios, sino que nuestro trocito de asfalto se limita a unos pocos
metros de terracita. En estos casos, el exterior se convierte en un
espacio para disfrutar de manera individual. Para desayunar, trabajar al
aire libre, o leer el periódico.
La estética de los
muebles de exterior tiene la
capacidad de transportarnos mentalmente a lugares paradisíacos,
ambientes exóticos. Lugares frescos en los que los interiores son una
prolongación del exterior y no al revés. El estilo dominante quedará a
nuestra elección, porque el mercado pone a nuestra disposición un amplio
abanico de posibilidades estéticas.
De igual forma que en el interior, los muebles necesitan de un cierto
acompañamiento para lucir la máxima expresión de su belleza. En el
exterior, de ellos encargan los textiles.
Cortinas de lino, cojines de rafia o asientos de algodón, culminan una
estética veraniega, que nos hará disfrutar aún más si cabe, de la época del año más esperada por todos.
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