Los parasoles son elementos que daran a su terraza un toque de originalidad moderno y atractivo, gracias a su estructura ligera se integran perfectamente en cualquier entorno; son fabricados con aluminio, madera de exterior y en acero inoxidable. Materiales muy resistentes a los agentes atmosféricos. De funcionamiento sencillo, sin mantenimiento y con la posibilidad de integrar accesorios como luces, estufa, etc., ampliando significativamente el rendimiento de su terraza y ofreciendo a sus clientes un espacio confortable durante todo el año.
La limpieza de una sombrilla o parasol no es una tarea difícil de realizar, por el contrario, es muy sencilla, solo requiere de unos minutos y de unos productos necesarios para que no pierda su color.
El primer paso para limpiar una sombrilla o parasol es eliminar todo el polvo que se haya acumulado en ella, y lo más recomendable es hacerlo con un aspirador. Hay que tener mucho cuidado en no estropear la sombrilla cuando le sacamos su polvo, para ello, debemos realizar esta tarea con mucha delicadeza, pero asegurándonos que el polvo se ha eliminado por completo.
Posteriormente, debemos frotar la lona con una buena esponja o bien con un cepillo humedecido con agua y algún producto como detergente neutro o amoníaco. Luego de realizar esto, debemos enjuagarla muy bien, para que no quede ningún resto de éstos productos. Si nuestra sombrilla o parasol posee colores muy fuertes, debemos añadir un chorro de vinagre al agua utilizada para enjuagar para que, de esta manera, los colores se fijen bien. En el caso de que la sombrilla sea blanca, se le debe colocar agua oxigenada.
Por último, debemos abrir la sombrilla y dejarla que se seque por completo al sol. Seguramente, nuestra sombrilla o parasol también necesite mantenimiento en todas sus articulaciones, para ello, lo más recomendable es utilizar un buen lubricante en aerosol, en el caso de que las articulaciones sean de metal; si las articulaciones son de madera el producto que debemos utilizar es la cera en pasta, para devolverle su intenso brillo.
Como un consejo final, es importante tener en cuenta siempre que este procedimiento debe llevarse a cabo cada vez que guardamos nuestra sombrilla o parasol, al terminar la temporada de verano para que, de esta forma, se mantenga en las mejores condiciones por varios años. Si tienes en cuenta todos éstos consejos, de seguro tu sombrilla se mantendrá en óptimas condiciones por mucho tiempo y podrás disfrutarla al máximo, además de que su continua limpieza le dará un aspecto muy confortable y bonito.