Es muy común que los muebles de madera, desarrollen diversas plagas. Los hongos son uno de los enemigos más importantes. Si los muebles no se protegen contra la lluvia y la humedad, es probable que se terminen arruinando. Por ende, es un error creer que la madera aguanta estos factores sin necesidad de algún tipo de refugio casual.
Existen tipos de madera que son mucho más resistentes que otros. Esto se produce porque algunas clases tienen más resina. Es por esto que los precios en el mercado varían, porque la calidad no es la misma. Los materiales más recomendables son la teca o el palo de hierro. El roble, el castaño y el cedro también son resistentes. Por otro lado, el arce o la madera balsa no duran casi nada, son muy sensibles y frágiles.
La mejor forma de proteger las maderas exteriores está en el mercado. Actualmente existen infinidad de productos que son muy útiles, se pueden aplicar en todo tipo de muebles y superficies, muchos de ellos son ecológicos, son inodoros y algunos proveen una protección casi a largo plazo. El principal componente de estos productos es el aceite, es el mejor aliado de la madera, lo nutre y humecta de manera importante.
La forma más fácil de aplicar los productos es con una brocha. Es importante tener en cuenta que, antes de colocar la protección, el mueble o superficie debe ser preparado, para no arruinar su calidad.
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