miércoles, 4 de mayo de 2011

Almacén convertido en loft en Amsterdam


Este proyecto ha logrado convertir un antiguo almacén, ubicado en medio de la ciudad, en un loft acogedor y hogareño. Los muebles contemporáneos y los elementos arquitectónicos nuevos, como una sorprendente pared realizada con jarrones de vidrio, se combinan armónicamente con las vigas y el pavimento originales del edificio. Un espacio para vivir con ilusión y con arreglo a compromisos de sostenibilidad.

Almacén convertido en loft en Amsterdam

Este loft se encuentra en el primer piso de un histórico edificio de almacenes de Brouwersgracht, en el centro de Ámsterdam. El apartamento ha sido diseñado por Remco Wilcke de Cube Architecten y Marloes van Heteren de Soluz, quienes encontraron con que este espacio todavía se utilizaba como almacén por lo que estaba separado en dos largas y oscuras estancias de cien metros cuadrados cada una. Los autores del proyecto compraron el espacio y después de conseguir todos los permisos lo convirtieron en un lugar habitable.
El resultado de esta transformación es un loft de doscientos metros cuadrados dividido mediante una pared nueva que se ha creado para diferenciar las dos zonas de la vivienda.Ésta, al igual que el resto de nuevos elementos arquitectónicos, se caracteriza por su estilo minimalista, que crea un bello contraste con las vigas y los pavimentos históricos conservados. La gran profundidad y la baja altura del espacio han llevado a Remco y Marloes a apostar por una distribución abierta, ya que además han querido propiciar la entrada de una gran cantidad de luz natural.

Almacén convertido en loft en Amsterdam


Una de las áreas de la vivienda está destinada a los espacios comunes del loft. La sala de estar se ha amueblado con un sofá en forma de L acompañado por un puff y una butaca, todo ello en negro, que se complementa con una original mesita auxiliar en blanco y negro. Este espacio se ilumina con diversas lámparas que ofrecen una luz puntual, tanto como apliques o como luminarias de pie, por lo que crean un ambiente acogedor y hogareño. A continuación se encuentra la cocina, que ha sido concebida con una isla central en la que se combinan las zonas de agua y de cocción con los armarios destinados al almacenaje. En el mobiliario se ha optado por el color blanco, que crea un moderno conjunto con la encimera de acero inoxidable, material que pone el toque industrial. El office está formado por una mesa redonda flanqueada por cuatro sencillas sillas plegables. Más allá se puede ver el comedor, vestido con mesa rectangular en blanco y sillas con estructura en voladizo, todo ello iluminado por una original lámpara de suspensión compuesta por grandes bombillas.

Almacén convertido en loft en Amsterdam


En la otra zona del apartamento se encuentra el dormitorio, que se ha completado con un vestidor y un aseo. También se ha creado un baño, que se presenta como el elemento central de la vivienda, ya que se ha situado en la intersección entre los espacios públicos y los privados. La pared redondeada y traslúcida que envuelve el baño parece estar formada por cerca de mil bloques de vidrio especial, pero en realidad se ha creado con jarrones pintados de blanco y enganchados los unos con los otros con pegamento transparente. Esta pared actúa también como objeto lumínico por la noche, ya que desde la mesa del comedor se puede disfrutar de su tenue luminosidad.Con esta singular estrategia constructiva se ha recreado un espacio de intimidad en medio del loft, consiguiendo así romper la monotonía del espacio y dotarlo de un eje de distribución que, al estar iluminado, funciona como elemento expresivo en medio del apartamento.

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