miércoles, 5 de septiembre de 2012

Crea tu propio cabecero


 



  En cualquier habitación, el cabecero va a destacar por encima del resto de muebles. Si la cama es la protagonista, el cabecero es el marco del protagonista y, por tanto, es importante elegir el cabecero en función de nuestros gustos, nuestro estilo y nuestra personalidad.Cada persona que entre en la habitación va a dirigir su mirada hacia el cabecero, por eso su elección es muy importante, transmite mucha personalidad. Por eso, podéis pensar en crear vosotros mismos vuestro propio cabecero. Cualquier estilo se puede recrear, con un poquito de paciencia e imaginación, veréis lo sencillo que es.

 

 Si vuestra idea es tener una habitación moderna y actual una de las opciones más sencillas es pintar el cabecero de la cama en la propia pared. Hay distintas formas e ideas para llevarlo a cabo. Podéis dibujarlo y pintarlo con pintura en forma de silueta, hacer sólo el contorno, o incluso comprar unos vinilos especiales para estos casos en los que viene ya hecha la forma y solo hay pegarlo a la pared en la zona que queramos de la habitación, hay diferentes modelos para elegir.
                           

 También tenemos la opción de pintar esa pared con pintura de pizarra y dibujar el cabecero con tiza, de esta manera podrás redibujarlo cuando quieras y te hayas cansado del modelo que elegiste, tan solo necesitaras un trapo para borrar y una tiza para fabricar el nuevo modelo.

                                       

Si prefieres tener un cabecero acorde con la tapicería del resto de la habitación, otra de las ideas es utilizar la misma tela para crearlo. Puedes hacerlo de dos formas diferentes, situando una barra de cortina bonita en la pared de la cama y colgando de ella la tela que has elegido, o crear con ellas unos grandes y planos cojines con unas hembrillas en uno de sus lados para colgarlos de la barra; de esta manera tendrás un cabecero blandito y muy confortable que además es fácil de lavar si se mancha.
Estas son algunas ideas, pero puede hacerse un cabecero con casi cualquier cosa. Biombos, puertas antiguas, espejos, planchas de corcho, etc., solo tienes que usar la imaginación y hacer un poco de bricolaje sencillo

 

 

 

 

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