sábado, 20 de octubre de 2012

Spa en casa


 

El hogar representa ese espacio familiar en el que podemos ser nosotros mismos y olvidarnos del estrés producto de las largas jornadas laborales. Y ya que muchos necesitamos de un relax adicional, podemos aprovechar algún área libre y tener un spa sin salir de casa.

 Al ser un centro de relajamiento casero, lo más recomendable es adaptar nuestro baño personal o utilizar una habitación disponible que esté relativamente lejos de las áreas comunes, como la sala, el comedor y la cocina, que es donde suele llegar la mayor cantidad de ruido.
                  
No importa tanto el tamaño como los efectos de iluminación que podamos lograr para absorber la buena vibra. Tampoco se trata de construir una ventana (por el bullicio y la contaminación), pero sí de jugar con el color de los elementos para crear la sensación de intimidad.

 

Para las paredes, las tonalidades más efectivas son el blanco, crema, amarillo, violeta pastel y celeste. En cuanto a los focos, es preferible que sean amarillos y se ubiquen en la parte baja como adheridos a los muros o la superficie. Y para el piso, la madera o la melamina siempre brindan mayor calidez.

También debemos elegir el área central de relax. Si tenemos la oportunidad de hacer una conexión hidráulica para tina nos proporcionaría mucho esparcimiento. De lo contrario, podemos cambiarla por un diván o doble colchoneta para realizar masajes.

 

 Finalmente, hay que incluir accesorios decorativos que también posean cualidades energéticas, como piedras, plantas,velas aromáticas, incienso u objetos de porcelana, además una radio para la música relajante. De igual modo, un un mueble para guardar toallas o ropa cómoda (basta con una silla o cajón).

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